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Legado a mi hija

Autora: Amalia Mendoza.





Una vez que tienes hijos, comienzas a pensar en que debes de crear un patrimonio el cual puedas heredar a tu futura generación lo cual hará que su paso por esta existencia sea más feliz y llevadera. Todos te dirán que una casa es la mejor inversión que podrás hacer para tu tranquilidad, porque sabes que tendrán un techo sobre sus cabezas; también te dirán que la educación es lo mejor que heredarás a tus hijos, porque no importa lo que pase, nadie te la puede quitar.

Según Wikipedia “se denomina legado al acto a través del cual una persona en su testamento decide repartir una parte muy concreta de sus bienes a otra persona determinada”. Y es aquí donde vamos acotando la idea sobre qué y a quién queremos dejarle esa herencia, no solo física sino esa intangible como ideas, pensamientos y creencias.

Todas las personas deseamos dejar una huella en este mundo, “algo” con lo que nos recuerden nuestros seres queridos, pero también las futuras generaciones. Mi legado, como madre, lo visualizo tanto en mi entorno familiar como en el social, pensando que cada una de mis luchas motive e inspire a otras mujeres de todas las edades a alcanzar sus metas y anhelos. Pero ¿qué deseo para las siguientes generaciones?

Deseo legar una generación de mujeres que nunca se golpeen contra la barrera de género, que vivan en una sociedad que no utilice las expresiones “corres como nenita o pegas como niña” sean sinónimo de debilidad, donde se haya alcanzado la cúspide de la igualdad entre sexos.

Deseo un grupo de mujeres que trabajen juntas, excelentes cooperadoras y generadoras de cambio, ese ideal que hace años atrás hubiese parecido una utopía, pero cada día se percibe más cercano y tangible.

Eduardo Alighieri, un conocido conferencista y escritor muy dado a la reflexión nos lleva a la siguiente frase de su autoría: “Tu legado no está en el dinero que heredas a tus hijos, sino en las enseñanzas invaluables que les dejas con tu ejemplo”. Es ahí donde, nuevamente, te das cuenta de que el ejemplo es lo que más impacta y enseña, que podrás dictar cátedras, pero siempre tu ejemplo será lo que contará más.

“Cuando dejas una herencia, dejas algo para que los hijos se repartan. Cuando dejas un legado, dejas algo para que los hijos se inspiren.” Las herencias están relacionadas a las cosas, el legado está relacionado al ejemplo. Los verdaderos líderes dejan pasos, huellas, ejemplo. Cuando te vuelves madre, te conviertes en madre de toda una generación porque se abre la conciencia de que esos nuevos seres serán los compañeros de viaje durante esta vida. Serás el ejemplo palpable no solo de tu hija, para la cual ya eres una heroína, sino de tus sobrinas, pequeñas vecinas, las compañeras de clases de tu hija.

Como madre y mujer, deseo lo mejor para las siguientes generaciones de mujeres. Querida hija, te doy lo que yo no puede tener, para que construyas el mundo que mis antepasadas y yo siempre quisimos, tu presente está en mis manos, para que tu futuro esté aferrado a las tuyas.


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