Autora: Ana Cristina Sanchez
Cuando la vida te muestra lo valiosa que es, ¿cómo podemos atesorarla?
¡Llegaron los meses de verano!
Es muy emocionante pensar en que vienen las vacaciones y que después de año y medio de resguardarnos por el virus del Covid., ya mucha gente está lista para salir o planear viajes próximos. Además, ya muchos se ha vacunado y los lugares ya están preparados con medidas de precaución. Nos sentimos ya desesperados del “encierro” y listos para gozar y estar felices porque ya podemos convivir un poco más y divertirnos.
¿Qué sucede al toparnos con la realidad de una vida voluble en la que se presentan cambios constantemente y llegan situaciones inesperadas que pudieran arruinar tu plan de pasar puros momentos alegres?
¿Qué podemos hacer para vivir al máximo a pesar de los momentos inestables que lleguen en la vida?
Les cuento como ejemplo lo que sucedió en mis vacaciones.
Cada año en verano nos invitan mis suegros a un viaje familiar a los hijos y nietos., mas llegó la Pandemia y fue importante y necesario adoptar nuevas medidas de precaución. Ya no podríamos casi salir, oíamos de cantidades de decesos en todo el mundo y cerraron fronteras. La situación estaba triste y parecía injusta y que se acababa todo. Cambió la manera de socializar y comunicarnos., era difícil estar saliendo y mucho más de viaje. La mayoría de la gente parecía estar en esa incertidumbre de salud. Así también dudábamos el cuándo íbamos a volver a tener esas salidas que tanto añoramos para tener esos ratos de estar con los seres queridos y para pasar ratos de risas, cariño y momentos divertidos que nos hacen estar felices.
Pasó parte del 2019 y todo el 2020; hasta un par de meses del 2021, cuando ya teníamos mayor esperanza de regresar a esa “normalidad” y estar felices de nuevo porque también había vacunas para protegernos. Asegurando con evidencia que estábamos libres del virus podíamos también viajar.
De repente, que nos invitan a los adultos a irnos de viaje a la playa por los 70 años de mi suegra … ¡Qué emoción!
Tendríamos cuatro días muy alegres celebrando y casi todos vacunados; llenos de felicidad.
¿Todos?
Te expongo algunos puntos de mi experiencia…
Al irnos; extrañé llevarnos a nuestra hija porque la habíamos dejado en casa de mis papás para solamente ir adultos. Al llegar sentí miedo de no poder caminar en la arena o pasarla cansada por el desbalance que tengo por haber tenido Cáncer Cerebral y de ser criticada por algo que no decidí tener en mi vida, mas no hay vuelta atrás. Luego, estando allá recibo la noticia de que falleció mi abuelito. Sentía que esos días tan esperados no eran lo que en realidad tenía en mente al recibir la invitación. Al mismo tiempo, no quería que además pudiera ser un desvío de la razón del viaje que era la de estar juntos y felices en la celebración de mi suegra.
¿Tú te sentirías feliz?
A esta pregunta, te respondo un sí se puede. Un por qué no, si tienes a la mano opciones para poder estar bien, mas queda en tí. Y ahora te cuestiono ¿Qué es para ti la felicidad?
Te comparto los diez tips que he aprendido y me sirvieron para disfrutar, y que probablemente te sean útiles en alguna situación en la que se crucen emociones:
1. La felicidad no es simplemente los momentos divertidos, risas, actividades, abrazos; la encuentras más bien pudiendo estar relajado, en paz con tu realidad .
2. Saber que lo negativo puede suceder en cualquier momento inesperadamente, pero hay que abrir bien los ojos y ver todo lo bueno que existe y tienes.
3. Practicar ser agradecida. Agradecer la oportunidad de estar, de poderte despertar. Agradecer momentos relajados y de poder pasar el día con la gente que quieres y también te quieren. Agradecer los buenos ratos de todos los días. Agradecer el ver y escuchar la naturaleza, saber que otros ya sea más o menos también batallan en la arena mas no impide a que con esfuerzo o ayuda puedas y estés ahí. El poder expresar con mayor libertad entre adultos, quizá estando fuera el que tengas servicio de desayuno, que puedas descansar tomando el sol, que comes rico, etc. Personalmente, también agradecer los buenos 94 años compartidos con mi abuelo. Hay tantos motivos por los cuáles agradecer cada día.
4. Valorar el presente. Hagamos más consciente que el tiempo no regresa y de lo pasado se aprende y se recuerda, pero tenemos el ahora y podemos decidir cómo reaccionar y actuar.
5. Expresarte y vivir tus emociones. El guardarlas/esconderlas y aparentar estar bien cuando en realidad estás viviendo una tormenta en tu interior puede hacer tu momento más pesado. En cambio, liberar tensiones expresando es beneficioso. Si además puedes darles su respeto y espacio, sabiendo que es una situación personal, no hay por qué o para qué estar tristes o enojados con todo lo demás.
6. Has un alto, respira, reflexiona, todos somos diferentes y vivimos en una realidad psicológica distinta. “Cada cabeza es un mundo”. Hay que darnos cuenta que hay opiniones y comentarios, pero generalmente no son contra tí, si no que a veces son hasta para ayudarte, y recordar la prudencia y el respeto.
7. La actitud que DECIDAS tomar es muy importante. Además, a nadie le gusta lo negativo. Existen momentos en que es mejor rodearte de tu gente en vez de alejarlos y estar solo cuando necesitas de su amor y apoyo.
8. Ocuparte de tí mismo... revisar nuestro cuerpo , buscar lo que te haga sentir bien, hacer respiraciones, ejercicios, escuchar algún tipo de música que te ayude a estar tranquil@ o simplemente caminar. Ver y oir la naturaleza que te rodea como el viento, los pájaros, el mar, etc. para sanar cuerpo y emociones.
9. Simplemente sonríe. Las sonrisas son agradables. Estas relajan los músculos de la cara, bajan el nivel de estrés al tranquilizar, se contagian, te incrementa las endorfinas y se oxigena tu cerebro. Ayudan a sentirte con bienestar y al efecto es de una actitud más positiva.
10. En este mundo cada familia y persona vive diferentes situaciones inesperadas de diferente manera. A pesar de ser empáticas, es complicado y casi imposible vivir lo mismo que el otro y mucho más de la misma manera. Como ejemplo personal, existen costumbres/ tradiciones y que cambian a través del tiempo. Por ejemplo la manera en la que se honra o haces luto para un ser amado que fallece. Toma las que prefieras, no está mal mientras te sientas bien con ello. Mi abuelito era super bailador, activo, bromista, caiñoso., no vería estar triste o pasarla mal y vestida de negro por él., y además todos tenemos un ciclo de vida y misma realidad de vida y muerte. Es seguro que nos
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